¿Cómo puede ser que haya transmisión de piojos en época de pandemia?
La aparición de la Covid-19 en nuestra vida ha cambiado mucho nuestra forma de relacionarnos con los demás y nuestros hábitos. Todas estas actividades que se han hecho para controlar la pandemia han supuesto controlar también muchas enfermedades infecciosas habituales en los niños y niñas que van a los centros escolares. Por ejemplo, el uso de mascarilla y el lavado de manos ha disminuido la transmisión de infecciones respiratorias muy frecuentes como la gripe o infecciones digestivas como las gastroenteritis producidas por algunos virus.
Entonces, ¿es posible que haya transmisión de piojos?
En el caso de los piojos, si bien es cierto que debido a la distancia social que todos debemos procurar guardar, la incidencia de contagios de piojos ha disminuido, siguen pasando de cabeza en cabeza cuando tienen la mínima oportunidad.
Recordemos que el principal mecanismo de transmisión de los piojos es el contacto directo entre cabezas. Es decir, cuando una persona con piojos junta su cabeza con otra sin piojos, se produce la transmisión. El piojo se agarra al pelo y trepa hasta llegar al cuero cabelludo y allí se instala tranquilamente. Es indispensable que exista este contacto directo entre las cabezas para que se produzca el contagio, ya que los piojos ni vuelan ni saltan, pero como decíamos, los piojos pueden seguir estando en las cabezas de nuestras pequeñas y pequeños y la transmisión de piojos continúa siendo posible.
Además, ahora que pasamos más horas en casa todos juntos, también es posible la transmisión de piojos dentro de miembros de una misma familia, donde el distanciamiento no se mantiene. Existen muchísimas situaciones familiares en un hogar que pueden favorecer este contacto estrecho entre cabezas, y por tanto, el riesgo de infestación. Por ejemplo, cuando jugamos juntos, cuando nos tumbamos todos en el sofá a leer un cuento o a ver una película, si dormimos en la misma cama o cuando nos abrazamos para darnos las buenas noches antes de irnos a dormir.
Y finalmente, recordad que, aunque los niños son mucho más propensos a contagiarse, los adultos no estamos exentos de tener piojos, por lo que, aunque la incidencia haya disminuido, no debemos bajar la guardia, por este motivo es importante seguir con la rutina semanal de revisión, así como proteger el pelo de los más pequeños antes de ir al cole. Neositrín Protect por su formulación con Activdiol® aporta una protección diaria.
Dra. Anna Estapé Fiol
Pediatra de atención primaria.
Autora del blog de divulgación www.annaestape.com