BEBÉS Y PIOJOS
Una situación habitual que nos podemos encontrar en consulta es que el hermano mayor de una familia coja piojos y que los padres enseguida pregunten: ¿y puede cogerlos también su hermano pequeño, que es un bebé?
La respuesta a esta pregunta es sí, los bebés también pueden coger piojos.
Los piojos son poco habituales en los bebés, ya que suelen tener poco pelo. Sin embargo, aquellos bebés que tienen hermanos mayores que van a la escuela infantil o al colegio pueden tener más riesgo de infectarse.
El principal mecanismo de transmisión de los piojos es el contacto directo entre cabezas, por lo que si el hermano mayor tiene piojos y se acerca y junta su cabeza con la del bebé, se puede producir la transmisión.
Detectar piojos en la cabeza de un bebé puede resultar un poco más difícil. No podrán expresarnos con palabras uno de los síntomas principales, el picor. En cambio, podremos notar que el bebé está mas irritable, más inquieto, sin otra causa que lo justifique. También podemos observar enrojecimiento o descamación en el cuero cabelludo o podemos visualizar directamente las liendres o los piojos.
Por tanto, es importante que si detectas piojos en algún miembro de la familia, os reviséis las cabezas toda la familia, incluidos los bebés. En el caso de encontrar piojos, deberemos hacer un tratamiento precoz.
Debemos tener en cuenta que los bebés tienen una piel muy fina y delicada y no todos los productos antipiojos estarán recomendados en esta edad. En el caso de Neositrin® Spray Gel, al no contener insecticidas, es un producto muy seguro y con buena tolerabilidad en niños. Se puede administrar a partir de los 12 meses. En bebés más pequeños deberemos priorizar el uso de la lendrera, pero siempre es importante consultar previamente con el pediatra para que nos indique el tipo de tratamiento más adecuado.
Dra. Anna Estapé Fiol
Pediatra de atención primaria.
Autora del blog de divulgación www.annaestape.com