Piojos a lo largo del año: momentos de mayor riesgo
¿Cuál es la época favorita de los piojos?
Los piojos suelen estar más cómodos en los ambientes cálidos ya que de esta forma las liendres se mantienen vivas y ellos pueden sobrevivir más horas fuera del cuerpo humano. El calor les permite reproducirse con mayor facilidad y rapidez, por eso siempre ponen sus liendres cerca de la raíz del pelo, para aprovechar el calor que proporciona la cercanía con el cuero cabelludo. Si sumamos el calor y la humedad de los meses de verano, tenemos dos ingredientes muy favorables para la vida de los piojos.
Además, nuestras costumbres en verano proporcionan un tercer factor indispensable: el contacto cabeza con cabeza que facilita el contagio. Esto se potencia a través de la asistencia a campamentos, campings, quedadas con los amigos, piscinas o el hecho de compartir toallas, gorras o cintas de pelo.
En definitiva, los meses favoritos de los piojos son los estivales, de mayo hasta septiembre. Por tanto, en estos meses de calor, debemos ser más cuidadosos y seguir de forma más exhaustiva las medidas de prevención del contagio.
Por otro lado, la primavera y el otoño, con sus temperaturas más moderadas, también les ofrecen unas condiciones bastante favorables para que puedan sobrevivir.
¿Y en invierno también se pueden coger piojos?
¡Por supuesto! Aunque los piojos tengan cierta preferencia por los meses calurosos, en los meses de invierno también pueden vivir y proliferar. En invierno solemos acurrucarnos más para combatir el frío de forma que el contacto cabeza con cabeza aumenta y también se pueden contagiar si compartimos cojines, bufandas, gorros o prendas de abrigo. Asimismo, se incrementa el tiempo que pasamos en zonas interiores o en espacios cerrados como el colegio.
Como has podido leer, aunque los meses favoritos de los piojos sean los estivales, pueden estar presentes en todas las estaciones del año, así que no debemos bajar la guardia en ningún momento. La prevención es la clave, así que vamos a repasar las tres medidas principales para evitar contagios:
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Una vez a la semana echa una ojeada. Revisa periódicamente el cabello y el cuero cabelludo de tu peque. Los piojos suelen evitar la luz y prefieren zonas más oscuras como la nuca y detrás las orejas, por tanto, especial atención a estas localizaciones.
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Evita compartir objetos personales como complementos para el pelo, gorros o sombreros, bufandas u otras prendas.
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Recuerda que tienes disponible el spray acondicionador Neositrín Protect® formulado con Octanediol, que deshidrata y elimina el piojo que pueda estar en contacto con el cuero cabelludo, evitando así que la infestación prolifere.
Dra. Anna Estapé Fiol
Pediatra de atención primaria.
Autora del blog de divulgación www.annaestape.com