Cómo afectan los piojos según la edad
Los piojos no diferencian las cabezas de los niños de las cabezas de los adultos, por lo que todos estamos expuestos a un posible contagio llegado el momento. Pero, entonces… ¿por qué es más habitual el contagio en niños en edad escolar? La diferencia no está en la edad de las cabezas, sino en los hábitos y la forma de relacionarnos que tenemos en cada etapa de nuestra vida. Descubrimos cuáles son esas diferencias según la edad:
Piojos en la infancia
Es un clásico. Los niños vuelven del cole o de un campamento de verano y… llegan los piojos. El motivo es que los niños, por el tipo de actividades que realizan y por el contacto físico directo que tienen los unos con los otros -jugando, haciendo deberes en clase, compartiendo gorros, peines, bufandas, etc.- se lo ponen mucho más fácil a los piojos. Recuerda que los piojos ni saltan ni vuelan, sino que corren muy rápido de una cabeza a otra.
Piojos en la adolescencia
Aunque a priori la adolescencia es una época en la que el contacto físico directo se reduce respecto al de los niños más pequeños, los nuevos hábitos tecnológicos que implican el uso del móvil -los conocidos selfies, compartir auriculares para escuchar música o ver el episodio de una serie juntos-, se están convirtiendo en una de las causas principales de proliferación de los piojos en este sector de la población.
Para prevenir esta situación, ya que sospechamos que cambiar los hábitos tecnológicos va a ser más difícil, es importante establecer una rutina de hábitos que reduzcan la probabilidad de contagio como pasar la lendrera una vez por semana o utilizar Neositrín Protect a modo de acondicionador sin aclarado que, además de prevenir el contagio, servirá para desenredar y dejar un delicioso aroma en el pelo.
Piojos en la edad adulta
Los adultos nos contagiamos de la misma forma que lo hacen los niños y los adolescentes, por contacto directo de nuestra cabeza con otra cabeza infestada o por el transporte pasivo a través de objetos infestados como accesorios de ropa, toallas o peines. Los factores de riesgo de contagio más frecuentes suelen ser el tener pequeños en casa o el tener un trabajo que implique el contacto diario con ellos: profesores, peluqueros, pediatras, monitores, etc.
En caso de detectarle piojos a tu hijo, es importante revisar las cabezas de toda la familia para prevenir el contagio: recuerda que los piojos no entienden de edades y les da igual si la cabeza es del adolescente de la casa o del abuelo.
Si se detectan piojos en más de un miembro de la familia, es recomendable hacer el tratamiento los dos -o los que sean- a la vez, así como una limpieza exhaustiva de la ropa y los textiles de la casa que hayan podido entrar en contacto con sus cabezas.
Por último, tengas la edad que tengas y, sobre todo si estás en contacto con niños pequeños, recuerda que la prevención puede ahorrarte muchos quebraderos de cabeza, así que te recomendamos tener siempre a mano el spray acondicionador de Neositrín Protect.