Los piojos, ¿suponen algún riesgo para la salud?
Los piojos son unos parásitos que se alimentan de la sangre y diversas especies animales pueden tenerlos. Pero, tranquilidad, las liendres de otros animales no pueden afectar a los humanos ya que tenemos unas especies de piojos “diseñadas” exclusivamente para nosotros. Es decir, que si llegamos a tener pediculosis, esta no nos la habrá trasmitido nuestro perro, nuestro gato, ni ninguna otra mascota; sino alguna cabeza humana “amiga”.
En cuanto a si afectan o no a nuestra salud, ante todo, mucha calma. Antes de entrar en detalles, tenemos que decir que no, que los piojos a los que estamos acostumbrados y que afectan al cuero cabelludo, no suelen poner en peligro nuestra salud ni intervienen en la transmisión de enfermedades infecciosas. Pero vayamos por partes.
Distinguimos 3 tipos de piojos que pueden afectar tanto a niños y niñas como a adultos:
- -Pediculus humanus capitis: Es el piojo humano de la cabeza. Es sobre el que más se habla y el que infesta a nuestros niños y niñas con elevada frecuencia.
- -Pediculus humanus corporis: Es el piojo corporal o de la ropa. Extremadamente infrecuente en nuestro medio. Se asocia a situaciones de gran hacinamiento, conflicto bélico o instalaciones sanitarias deficitarias.
- -Phribus pubis: Es el piojo púbico o ladilla que se transmite por contacto sexual. Se considera una enfermedad de transmisión sexual y afecta, en la gran mayoría de lo casos, al adulto.
En primer lugar, hablaremos de aquel que afecta a la cabeza. Este tipo de liendre tiene una gran capacidad de reproducción y expansión, pero no es capaz de transmitir ninguna enfermedad infecciosa. El único problema que puede causar es por infección de las heridas que, usualmente los niños y niñas, se hacen al rascarse la cabeza. Pero esta es una infección indirecta, no causada por la pediculosis en sí. Los gérmenes que encontraremos en la herida infectada son bacterias que habitualmente están en la piel y que suelen ser las causantes habituales de las infecciones cutáneas cuando se produce una herida de cualquier tipo.
Si nos referimos al piojo corporal, este sí que tiene capacidad de transmitir infecciones como ocurre, por ejemplo, con las pulgas o con las garrapatas. Bacterias como la ricketssia o la borrelia pueden transmitirse a través de las heces del piojo corporal originando diferentes infecciones como el tifus epidémico o la fiebre de las trincheras. Como decíamos, estas infecciones pueden diagnosticarse en determinadas zonas de Latinoamérica o de Asia, pero no en nuestro medio.
Así que, ante la aparición de liendres y piojos en las cabezas de nuestros hijos, no debemos tener miedo a complicaciones de salud importantes, pero sí que debemos intentar atajar la infestación a través de un tratamiento antipiojos adecuado para evitar la propagación y eliminar los desagradables síntomas de picor y posibilidad de infecciones de la piel.